Somos una instancia Regional del Colegio de Profesores del Perú, creado por ley Nº 25231 y modificatoria 28198- DS Nº017-2004-ED, como institución autónoma de derecho público interno, poseemos personería jurídica representativa de los profesionales de Educación.
El Colegio está regulado por su respectivo estatuto, disponiendo que la colegiatura es requisito indispensable para el ejercicio de la profesión magisterial.
Tenemos como principios:
a) Dignidad, tolerancia e igualdad entre sus integrantes.
b) Responsabilidad social y solidaridad como valores esenciales.
c) Autonomía institucional, participación y representación en todos los niveles e instancias de decisión.
d) Inclusión y no discriminación.
e) Superación profesional permanente. (art.4).
Nuestros fines son:
a) promover el ejercicio del magisterio con profesores titulados, desarrollando por los medios a su alcance y de acuerdo a las normas legales, éticas y deontológicas, los principios y objetivos de esta noble profesión.
b) contribuir al desarrollo y mejoramiento continuo de la educación y de la sociedad peruana, respetando la unidad nacional dentro de la diversidad regional, étnica, lingüística y cultural.
c) promover el desarrollo social, cultural y económico de los colegiados, a través de programas de capacitación, actualización, especialización y perfeccionamiento académico, así como de programas sociales y económicos de mejoramiento del magisterio.
d) fomentar y promover la práctica de la verdad, la justicia, la responsabilidad en el trabajo y la honestidad como valores fundamentales a ser proyectado entre los miembros de la comunidad educativa, así como enfrentar la corrupción en todas las organizaciones e instituciones de la gestión educativa descentralizada. (art.5), de acuerdo con lo anterior, el Colegio Regional de Profesores de Lima Metropolitana, que representa a más de 100 mil docentes de la gran capital, asume la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir lo normado en el estatuto, al servicio de la educación y del desarrollo de nuestra sociedad sumida, hoy por hoy, en la más grave crisis educativa y moral.
Trabajarmos para servir a los docentes y a los hijos de nuestro pueblo, con los más nobles propósitos de quienes ejercemos la más alta responsabilidad que un ciudadano puede desempeñar en una democracia, la de ser maestro.
